1
2
3
4
5
6
7
8
9
10
11
12
ADG LAUS
Anna Bosch Studio ha diseñado el Libro ADG Laus’23

Entrevistamos a Anna Bosch para saber más sobre el concepto creativo detrás del Libro ADG Laus’23.

Anna Bosch, aparte de trabajar como docente en Idep Barcelona y en la Escola Massana, dirige su propio estudio, Anna Bosch Studio, de diseño gráfico y dirección de arte, desarrollando proyectos en los ámbitos de la arquitectura, el arte, la gastronomía y la joyería, entre otros. Desde el estudio formaliza diferentes encargos de editorial, exposiciones e instalaciones, desarrollo de identidades, ilustraciones, packaging, señalizaciones y tipografías, con una mirada muy personal y con especial atención a los pequeños detalles.

Anna ha sido la encargada de diseñar el libro ADG Laus’23, la publicación de referencia del sector que recoge los 313 proyectos galardonados, además de los premios honoríficos del 2023: el premio Laus de Honor a Cruz Novillo y el premio Laus Empresas y Entidades al CCCB. El libro, más allá de querer ser una compilación de los proyectos, nos permite ver las principales tendencias y el estado en el que se encuentra el sector del diseño gráfico y la comunicación visual.

Hemos entrevistado a Anna para saber cómo ha afrontado el encargo del libro y nos cuente qué sorpresas encontraremos, más allá del contenido de los premios.

 

¿Cuál es el punto de partida del libro?

Cuando supe que había sido seleccionada para diseñar el libro ADG Laus 2023 no me lo podía creer. Era antes de las fiestas de Navidad, y tenía muchas ganas de empezar el nuevo año con más tranquilidad que el anterior y, de repente, llega la gran noticia. Estaba emocionada y asustada a partes iguales. Era un honor y a la vez un reto muy bestia, ¡y sabía que sería otro año de poca tranquilidad!

Hace tiempo que trabajo en el sector, pero poco tiempo en mi propio estudio, y siempre he tenido la sensación de que estoy cómoda siendo discreta. Pero de golpe me llegaba un encargo que no era discreto, ni mucho menos. Además, ya hacía tiempo que no se encargaba el diseño del libro a una mujer, y eso también me hizo especial ilusión.

Tenía claro que el libro tenía que ser claro y directo, que hablara de lo que es. No quería cargarlo en exceso, quería que fuera agradable la experiencia de tenerlo en las manos, que se abriera bien, cosa que me parecía que era una premisa importante en un libro, que no pesara en exceso, y que el concepto principal estuviera en la forma del libro, con la encuadernación y la maquetación.

¿Por qué un archivador? ¿Qué quieres expresar con este concepto?

Una de las preguntas que me formulé, y que parece a la vez la más básica e importante, era qué uso experiencial tiene el libro ADG Laus: ¿cómo usamos este libro? Claramente, su función es la de archivar y recordar los galardonados de ese año. Tener el recuerdo y constancia de los premios de aquella edición.

Así que me parecía que era un concepto clave para dar forma al libro, quería que la razón de los acabados del libro fuera extraída directamente del concepto de archivador. También encontré interesante el hecho de apoderarme de los recursos visuales que podía extraer de este concepto. Tampoco quería hacer explícitamente un archivador, pero sí dar pinceladas sobre esta idea y equilibrarla con el respeto y la elegancia que debe tener un libro ADG Laus.

 

¿Cómo dialogan los poemas de Marina R. Colàs con el todo en el libro?

Desde el inicio trabajé para tener unos encartados con un papel especial y con un color que destacara para poder hablar sobre la idea del premio. Siempre he pensado, y es algo que siempre me ha interesado (tanto en el trabajo, como en la docencia, como en la vida personal) la importancia de trabajar la observación, tanto a gran escala como a pequeña.

Creo que cuanto más observas, retienes y archivas, más recursos y herramientas tienes para resolver cualquier proyecto. También creo que la observación nos da sensibilidad y, en este caso, es una de las cosas que más me gusta sentir y ser feliz haciendo esta profesión. Cómo la observación de una cosa te puede emocionar.

Creo que somos afortunados de poder observar estos premios que están escondidos, que nos da la observación ya sea estando sentados al lado de la ventana en el tren, en la montaña, etc.

«Creo que cuanto más observas, retienes y archivas, más recursos y herramientas tienes para resolver cualquier proyecto».

Háblanos de la dirección de arte a la ilustradora Júlia Boixadós y a las fotógrafas Maia Jou y Sílvia Poch. ¿Qué buscabas?

En cuanto a las ilustraciones, tenían que acompañar la frase, debían ser sencillas. El libro contiene mucha información y mucha imagen.

En cuanto a los encartados, queríamos que el lector se relajara y/o se sintiera identificado con aquello que se explica. Realmente son unos apartados de los que solo se puede entender la idea si los observas, de otro modo te pasar por alto.

En cuanto a la fotografía, he trabajado en diferentes proyectos con Sílvia Poch y sabía que, fuera como fuera, saldríamos adelante: solo necesitábamos encontrar, una vez en el estudio, la forma de generar unas fotografías interesantes.

La aventura de conocer a Cruz Novillo y a su familia en el estudio de Madrid fue muy emocionante. Tenía claro que quería que se viera su trabajo, a él rodeado de sus proyectos. El estado de salud de Cruz Novillo nos impactó, pero se notaba en él un savoire faire de años, una actitud y predisposición brutales. Su hijo Pepe es increíblemente fascinante: el amor hacia su padre y el cuidado que está teniendo con su legado y el trabajo que está generando en el estudio, es de un respeto y una estima que no olvidaré nunca.

No pude estar presente en la sesión en la que Maria Jou hizo las fotografías del CCCB. De todos modos, acababa de generar un proyecto con ella en el que me enamoré de sus fotografías hechas con la analógica, y confiaba al 100% en que haría un buen trabajo. Le pedí que fotografiara los detalles y sabía que ella sabría observar a la perfección estos gestos, estas sombras, estas manos.

¿Cómo has construido el libro como objeto físico?

Partía del concepto de archivador para la formalización del libro; a partir de aquí los encartados de color lima funcionan como separadores y te ayudan a hacer una pausa antes de entrar en otro apartado.

Por otro lado, he intentado dosificar los recursos por en si ya es un libro cargado de mucho contenido y de imágenes que provienen de varias fuentes. Hay un trabajo básico y clave que es generar un equilibrio entre la cantidad de contenido de texto e imágenes y que todo el mundo (galardonados, honoríficos, oroveedores, etc.) tengan su espacio; en ningún caso me hubiera sentido cómoda generando un diseño que pasara por encima de todo y de todos.

 

¿Cuál ha sido el reto más grande del proyecto?

El reto más grande fue poder cumplir con los timmings, mi estudio es pequeño y alguna parte del contenido llegaba tarde. No es un libro fácil y, compaginar el libro con los proyectos del estudio (que este año no ha sido tranquila la cosa) y la maternidad ¡ha sido una bomba! A pesar de todo, siempre me divierto gestionando tanta locura a la vez. Creo que también me he formado en estudios en que el volumen de trabajo era impresionante, y así he aprendido a gestionar, dosificar y resolver a tiempo.

 

¿Te ha influido el hecho que el libro recoja proyectos de compañeros y compañeras, que además lo recibirán?

¡De la discreción al punto de mira! La verdad es que esta presión es muy bestia. Hay muchísima gente que admiro en este libro, grandes amigos a los que quiero y profesionales del sector a los que admiro. 

 

El libro ha sido posible gracias a la colaboración, un año más, de la imprenta Agpograf, Unión Papelera y Derprosa y se encuentra ya a la venta a través de Hoaki Books en las principales librerías (Laie, Fnac, La Casa del Libro, etc.).

Noticias relacionadas