Honramos la trayectoria de este diseñador visionario y desarrollador pionero del entorno digital que formó parte del jurado Laus en 2005
La próxima edición de los premios ADG Laus, cuya conceptualización y preparación lleva ya unas semanas en curso, corresponde ni más ni menos que a la número 50. Desde 1964, y a lo largo de sus 49 ediciones, los premios ADG Laus de Diseño Gráfico y Comunicación Visual han reunido miles de proyectos, estudios, agencias, clientes, profesionales, estudiantes, participantes y miembros del jurado.
Uno de los motivos por los que se echa la vista atrás cuando llega una efeméride como ésta es poder narrar mejor quiénes somos y cómo hemos llegado donde estamos. En nuestro caso, el de ADG y el de los premios Laus, esta historia se escribe gracias a todas aquellas personas que han participado de juntas, asambleas, premios, jurados, conferencias, debates, comunidad… y que nos han ayudado a definir y fomentar la excelencia del diseño en nuestro país a través de su experiencia; y nos han acompañado en la redefinición de nuestra profesión a través de los años y de las innovaciones.
Leyendo sobre los premios Laus 2005, el nombre de un miembro del jurado de la categoría entonces denominada «Interactivos» nos llamó la atención: Arnaud Mercier (1972 – 2011), diseñador gráfico y desarrollador francés. Y nos ha parecido inevitable dedicarle unas líneas, pues su figura y lo que su trabajo representa para nuestra profesión nos ayudan, sin duda, a ubicarnos en el panorama actual del diseño digital, ese reto aún pendiente para el diseño gráfico.
«El diseño de interacción nació como una pequeña aldea que crecía a medida que se comunicaba con las ciudades circundantes. Arnaud Mercier fue de los que transitaron el sendero que conectaba la aldea con la Ciudad del Diseño Gráfico. Lo hizo tanto y con tanta carga que convirtió esa ruta en una autopista de alta velocidad, llevando prosperidad a ambas poblaciones».
Javier Cañada, Tramontana
A finales de 2004, en el momento en el que se invitaba a participar a los miembros del jurado de los Laus 2005, muchos teníamos ADSL vía módem aunque en el mundo se implantaba a ritmo creciente la conexión inalámbrica desde cualquier lugar. Estábamos a punto de ver por primera vez una PSP e iTunes presentaría en breve el soporte para vídeo en su versión 4.8, que llevaría los podcasts a las masas y demostraría que los usuarios querían ver la televisión en sus dispositivos y que pagarían por ello. Y lo más trascendente y subyacente a todas las pequeñas innovaciones de nombre y apellido: el concepto de web 2.0, que arrastraba con él el de interactividad y, más importante aún, el de red social. Aún no conocíamos Facebook, pero MySpace era el sitio de moda. Y YouTube no tardaría en ser adquirido por Google y en convertirse en la red social más revolucionaria de la historia.
El jurado Laus del año 2005 en la categoría «Interactivos» —hoy simplemente denominada «Digital»—, probablemente tenía a Arnaud Mercier como cabeza de cartel. Le acompañaban Pere Rosales, Pablo Moreno, Ángel Souto, Andrés Colomer y Hillman Curtis.
Formado en ingeniería informática y edición audiovisual, Mercier fue el fundador del estudio de diseño Elixirstudio, cofundador de la agencia interactiva AREA 17 y cofundador del sitio web de arte contemporáneo Slash Paris. Había colaborado con agencias de todo el mundo y había sido seleccionado Joven creativo europeo (Roma’99) y expuesto en el Museo de Arte Moderno Georges Pompidou.
En términos de Internet, muchos percibimos 2004-2005 como otra era o, por lo menos, como el momento de transición de una era a otra. Y Arnaud Mercier ya era entonces un pionero, entendiendo el entorno digital más como nosotros lo hacemos hoy que como sus contemporáneos lo entonces. De hecho, en 1999 Mercier había tenido la genial osadía de diseñar un sitio web interactivo utilizando flash (flash 3 en ese momento) y shockwave.
«Visionario todoterreno que aplicó conceptos del diseño editorial más clásico al diseño digital en un momento en el que todo el mundo iba en dirección contraria. Por encima de su atemporal estética, el impacto de muchas de las interacciones, patrones de diseño y comportamientos que asignó a sus maquetas sigue vigente hoy en día y ha definido el diseño digital moderno».
Diego Blanco, Hanzo
Predicador incansable del diseño web, Arnaud fundó The Pixel School también en 1999 y la convirtió en la piedra angular de su proceso de diseño y la característica predominante de su influyente cuerpo de trabajo. En 2005, Arnaud establecería The Pixel School como la metodología de diseño de AREA 17, vigente hasta la actualidad.
«Arnaud estaba avanzado a su época en 20 años. Por eso ha sido una referencia e inspirado a todos cuantos le seguimos desde sus inicios. La manera de compartir su conocimiento y trabajo ha sido un aprendizaje para muchos, que nos pasábamos horas analizando lo que hacía y cómo lo hacía. Además, su estudio ha sido de los primeros en compartir sus guidelines y metodologías para que cualquiera pueda aprender de ellos. Mercier era un visionario, es un referente».
Samuel López, Sr. y Sra. Wilson
Desde el diseño de una identidad hasta su expresión como revista online o website, el trabajo de Arnaud Mercier es hoy, nueve años después de su trágica muerte, reverenciado: simple, claro, diferente, memorable, bello, usable.
«Supo entender desde muy temprano que la clave de los productos digitales pasaba por lograr la harmonía entre lo visual y lo tecnológico, entre la emoción y la funcionalidad».
César Úbeda, Runroom
En su memoria, los amigos y compañeras de Arnaud Mercier en AREA 17 han desarrollado una colección online permanente con más de 2000 imágenes que recorren su fascinante y prolífica trayectoria.
Arnaud representaba la excelencia y la trajo consigo a nuestros premios. Queremos devolverle el regalo recordándole como lo que fue: un genio y un maestro cuyo legado debe servir a todas aquellas personas que prosiguen su labor en la disciplina.
«Arnaud estaba muy adelantado a su tiempo y, sin embargo, estaba firmemente arraigado en el pasado. Cuando otros diseñadores digitales seguían el enfoque “skeuomorphic” de Apple respecto al software, Arnaud vio que el diseño digital también debería basarse en los principios atemporales descubiertos por los diseñadores gráficos modernistas de mediados del siglo XX. Afortunadamente, el tiempo le dio la razón. Somos afortunados de vivir hoy en un mundo que Arnaud imaginó y ayudó a fomentar».
Miguel Buckenmeyer, AREA 17