Entrevista a David D’Eboli y Raúl Ramos, directores y creadores de este evento heterogéneo, dinámico y repleto de creatividad
¿Cómo definiríais el Blanc?
No es de nuestra autoría el concepto que mejor lo define: “La fiesta mayor de los diseñadores gráficos”. Blanc es un festival muy alejado del formato de congreso al uso. Música en vivo, sorteos, concursos, un punto de encuentro de diseñadores de todo el país, y un respeto por la profesión y los contenidos en formato de conferencias y masterclasses con profesionales de renombre a nivel nacional e internacional.
¿Cuál es vuestro target?
Si eres diseñador gráfico tienes que venir al menos una vez en tu vida a Blanc Festival. No importa si eres estudiante, recién comienzas o ya llevas varias décadas en esto del diseño gráfico. En nuestra profesión nunca se deja de aprender, y en Blanc hacemos mucho hincapié en el concepto de aprendizaje y motivación. Nos pasa con frecuencia que se tiene un concepto de Blanc como un evento para estudiantes. Sin embargo, solo el 15% de los asistentes son estudiantes, el resto son estudios jóvenes, profesionales, y empresas que envían a sus equipos de diseñadores para formarse.
¿Cómo y quién empezó el festival?
La idea del festival estuvo siempre rondando nuestras cabezas, hasta que un día de 2008 lo bajamos a tierra y en 2009 organizamos la primera edición. Tenía que ser un evento muy concentrado, en dos días, con conferencias, masterclasses y workshops. Queríamos algo muy dinámico, sin VIPs ni protocolos. Porque al final todos somos diseñadores, desde el conferenciante con más trayectoria hasta el que acaba de entregar su PFC. Todos tienen su espacio en el escenario de Blanc. Algo así como la democratización de las conferencias de diseño, dando voz al estudiante, al profesional emergente, a otros con mayor reconocimiento y trayectoria y hasta la figura del maestro, pioneros del diseño gráfico de nuestro país.
¿Cuál ha sido la evolución del Blanc?
Empezamos en 2009 en Vilanova i la Geltrú, a 40km de Barcelona. Un pequeño auditorio para 200 asistentes donde realizamos dos jornadas con conferencias y workshops.
En 2011 nos mudamos de ubicación, a un auditorio para 400 asistentes en la misma ciudad. A pesar de ser un proyecto nacido en el seno de una crisis económica global sin precedentes, el evento seguía creciendo año a año.
En 2016 decidimos que ya era hora de dar el salto y llevar el evento a Barcelona. Todo un reto para un pequeño evento de la periferia. Una ciudad como Barcelona nos permitiría crecer como evento y profesionalizarlo (aún más si cabe) a nivel organizativo y de gestión.
¿Cuánta gente hay implicada? ¿Qué tipo de perfiles profesionales trabajan en el Blanc?
Durante los días de festival, el evento cuenta con un staff de más de 80 personas entre voluntarios, técnicos, administrativos, ayudantes, responsables en diferentes sectores y organizadores.
Durante el resto del año, somos nosotros los que llevamos el peso organizativo y de gestión, con la intervención puntual de personas que nos ayudan y se encargan de los trámites administrativos, patrocinadores, marketing online o diseño de espacios.
¿Qué diferencia el Blanc de otros festivales?
Sin duda alguna la cercanía y el dinamismo del evento. Cualquier cosa puede pasar en cualquier momento del festival. Guerra de cojines, batalla de congas, el juego de la silla, un teatro entero gritando a oscuras, sesiones de relajación masivas, música en vivo o jam sessions con los asistentes. Pero siempre con un respeto por la profesión, el aprendizaje y los conferenciantes.
Son tres días con más de 10 horas de contenidos, y creemos que hemos encontrado una fórmula que hace que tantas horas sentados en una butaca se hagan más amenas.
¿Qué papel juegan los jóvenes en el Blanc? Y ¿cómo surgió la idea del Premio Crema?
Desde un principio hemos tenido la idea de dar a conocer el talento joven de nuestro país. Para nosotros la cantera es tan importante como los titulares, y en Blanc te encontrarás un justo reparto de todos los estratos profesionales de nuestra profesión.
El premio Crema es nuestra manera de reforzar nuestras intenciones de dar a conocer el talento emergente en diseño gráfico a nivel nacional. Un premio al que solo pueden aspirar estudios y profesionales con menos de 5 años de vida profesional en el sector del diseño.
¿Por qué cambió la ubicación del Blanc de Vilanova a Barcelona?
De 2009 a 2015 el evento fue creciendo en convocatoria. En ocasiones, hemos tenido que habilitar una sala contigua del auditorio donde retrasmitir las conferencias en directo y por circuito cerrado para poder ampliar la demanda de asistencia al evento.
Esto, sumado a que la ciudad se estaba quedando pequeña para un evento como Blanc, aceleró una idea que ya teníamos en la cabeza, y que tarde o temprano pasaría: trasladar el evento a Barcelona. Perdíamos el efecto ‘burbuja’ que te da la descentralización geográfica del evento, pero ganábamos en espacios, infraestructura, recursos de ciudad, y como no, el impulso de la marca Barcelona a nivel nacional e internacional. Nuestra propia motivación también se vio renovada, lo que resultó en un evento todavía más cercano, alegre y profesional de lo que había sido hasta ahora.
¿Lo consideráis un proyecto personal o profesional?
Ambas cosas, pero con el tiempo fueron teniendo más o menos peso una con respecto a la otra. Empezó como un proyecto personal entre dos personas, sin formación alguna en la organización de eventos y con una no muy buena experiencia llevando a cabo certámenes similares. Con el tiempo el evento fue creciendo, lo que demandaba una mayor profesionalidad y contar con personas con especializaciones en diferentes sectores. Sigue siendo un proyecto personal, eso seguro (y siempre lo será) pero hoy en día la organización de un evento de una envergadura como la de Blanc supone una mayor profesionalización: gestión de presupuestos, hospitality, diseño de espacios, estructura técnica, recursos humanos, patrocinios, prensa, difusión, promoción, marketing, publicidad, ticketing y un largo etcétera de cosas que cuando empezamos en 2009 no sabíamos ni que existían.
¿Preparáis algo especial para este décimo aniversario?
La mejor edición de Blanc siempre es la última que hemos realizado. Nuestro objetivo ha sido siempre innovar y probar cosas nuevas año a año. Esta edición no podía ser diferente, y además cumplimos 10 años, así que hemos organizado una fiesta de cierre para celebrarlo.
Blanc Nit Bestial es la fiesta del diseño a la medida de los asistentes de Blanc.
Situado en el Front Marítim de Barcelona en la playa de San Sebastián, bajo el pez dorado de Frank O. Gehry. Bestial Beach Club es diversión a ritmo de los mejores hits. Con una selección de los mejores DJs diseñadores como Axel Prosciutto (Alex Trochut, NY), Yellow Kid (Iban Malangré, Pamplona) y Negre (Josep Basora, Barcelona).
¿Qué le diríais a nuestros socios para que se animen a ir al festival?
A medida que pasan los años, nos vamos haciendo más reacios a asistir a este tipo de eventos. Damos prioridad al trabajo y la dirección de nuestras carreras profesionales. Los eventos como Blanc son inspiradores, motivadores, te lo pasas bien y conoces gente de todas partes, desde diseñadores extremeños, vascos o sevillanos hasta vecinos que no sabías que tenías.
Hemos conocido casos de profesionales que rondando los 50 años encontraron la motivación de reimpulsar sus carreras en una de las conferencias de Blanc.
Si has perdido la motivación y el amor por la profesión, Blanc será el impulso que hará crecer en tu interior la ilusión de esos primeros días como profesional del diseño gráfico.
Blanc Festival
Del 18 al 20 de Octubre
Casino de l’Aliança del Poblenou, Barcelona