Me rallan las relaciones muchas veces «inconscientes» que hago con frecuencia.
La conceptualización es la base de cualquier proyecto pero, a veces, hay cosas que no se pueden explicar claramente.

Ante esta coyuntura, decidí creer en las tendencias y pensar que lo nuevo no es más que un cúmulo de elementos que ya han sido nuevos. ¿Dónde se encuentran estos elementos? En las imágenes.

Cuando te llega un briefing, creas una explicación, un concepto para argumentar lo que será el visual, el sistema gráfico, la tipografía, etc. Este paso inicial determina el resultado final del diseño. Pero, ¿y si en vez de acabar en la imagen, empiezo con ella?

A partir de esta pregunta establecí un método de proyección que se basa en hacer definiciones rápidas mediante imágenes, que no son más que referencias:

Cosa—Imágenes de la cosa—Elementos seleccionados de la imagen—Diseño.

Pongo dos ejemplos a continuación:

1. Desarrollo de un objeto a partir de la metáfora «Horizontal Desierta»

A partir de una palabra, un titular o un naming, establezco definiciones visuales de los mismos. En este caso son obras de diferentes artistas que, para mí —ya que es un proceso totalmente subjetivo—, poseen connotaciones de la idea de Horizontal Desierta.
Tras este primer paso, selecciono los elementos que me interesan de las definiciones visuales y, al haber varios, creo unas texturas superponiendo las diferentes obras con distintas opacidades, que me sirven para tomar decisiones con más facilidad.

Así obtengo mis primeros bocetos en 2D. Luego, paso estos bocetos a físico y aparecen formas que aparentemente no tienen función ni ningún tipo de conceptualización, pero que poseen inconscientemente todo lo que para mí compone la Horizontal Desierta.

Analizando estas formas las doto de función y aparece un objeto.

2. Branding para Conquista Club

Tras crear el naming, defino la palabra seleccionando dos imágenes, ya que la definición de “conquista” es menos ambigua que la del ejemplo anterior.

A mi parecer, la palabra “Conquista” como nombre de una sala/club transmite una ironía total. Mi definición empieza por ahí. Por un lado, utilizo La rendición de Breda, un cuadro de Velázquez que retrata la toma de la ciudad de Breda por los holandeses a los españoles, tras la cual recuperaron la paz en su propia tierra durante, al menos, unos años. De esta imagen me interesa la sobriedad de la escena y la serenidad y fraternidad que muestran los participantes. Por otro lado, retomando el tono irónico, viajo allá dónde diariamente se producen conquistas, pero de otro tipo: Gandía. La imagen se define por sí sola. Me interesan el alcohol, las drogas y, sobre todo, una gran burla a la sexualidad asalvajada.

Esta metodología es un proyecto experimental que tiene como objetivo conocer la realidad a través de la imaginación, basado en “La Verdad Poética” del filósofo Gaston Bachelard.

Jose Ávila