El estudio Emiliana nos cuenta las claves esenciales del diseño expositivo de la muestra anual del FAD
Hace unos días publicamos una interesante conversación con David Torrents acerca de la gráfica de la exposición El Mejor Diseño del Año. Ahora es el turno de acercarse y entender a las claves del otro gran eje de diseño de la muestra: la conceptualización del espacio y la solución expositiva. Hablamos de ello con sus autores, Emiliana Design Studio.
¿Cuáles son las principales características conceptuales y físicas del montaje expositivo de El Mejor Diseño del Año?
Es el tercer año que diseñamos esta exposición y desde el primer día el reto ha sido concebir un gran entorno común que englobe los diferentes premios del Fad y que, a pesar de la diversidad de las piezas mostradas, siempre respire una coherencia y una identidad propia.
¿Qué pide, a nivel de diseño expositivo, una exposición que, ella misma, es de diseño?
Lo más importante para nosotros es que en una exposición de proyectos de diseño, de arte o de arquitectura, la obra mostrada en cada disciplina pueda lucir al máximo. Cada disciplina tiene requerimientos muy diferentes, hay un tema de escala y de diversidad de formatos. Lo que queremos es que todas puedan convivir bajo un mismo «paraguas» que el visitante no tenga la sensación de que sale de una exposición para entrar en otra.
¿Qué requisitos específicos, qué retos, qué equilibrios habeís tenido que asumir?
El ahorro de material y la optimización de recursos ha sido un condicionante importante en este proyecto. Por esta razón la exposición se pensó desde el principio para poder ser versátil y aprovechar al máximo las características del edificio, teniendo en cuenta que cada año se ubica en espacios diferentes. Los soportes expositivos se han diseñado para ser reutilizados y por ello todos los elementos se pueden plegar y compactar pensando en el transporte, el almacenamiento y hasta la itinerancia.
¿A qué pactos habéis tenido que llegar con el propio contenido para cumplir lo que, se supone, es el principal objetivo del montaje: potenciar la visibilidad de lo que se muestra?
Que la obra se vea bien y que «respire», que no interfiera con la de al lado, que el soporte no sea más visible que la obra expuesta. Todos estos son siempre requisitos que nos auto-imponemos.
En el caso de la ADG estamos muy satisfechos del recurso que hemos diseñado: una mesa larguísima a dos caras que puede fragmentarse para ajustarse a diferentes espacios y configuraciones, con una superficie inclinada que facilita la visión de las obras y que actúa de fondo neutro para los proyectos. Además, una retícula de agujeros permite que cada año podamos adaptarla a los diferentes contenidos, ya sean paneles, material editorial o packaging.
Nos interesa particularmente la parte de diseño gráfico, pero también la convivencia con el resto de disciplinas creativas.
Desde el diseño del montaje, ¿cómo se ha trabajado esta convivencia? ¿Qué diálogo entre piezas y ámbitos hay?
Hay unos recursos formales que se repiten, también un uso de materiales muy neutros como el listón de pino, el tablero de Dm o el papel que son comunes en los diferentes ámbitos de la exposición. Si a ello le sumamos la imagen gráfica que ha diseñado David Torrents, podemos crear un hilo conductor, un entorno coherente donde pueden convivir las diferentes disciplinas.
Por último, dos cuestiones más generales: primero, nos interesa saber cómo está vuestro contexto de actividad: hacia dónde va, qué está pasando, cuáles son las coordenadas esenciales que marcan el diseño de objeto y espacio.
En el mundo del diseño de producto la experiencia nos dice que depende muchísimo de diferentes factores, del tipo sector, de la orientación de la empresa, de sus posibilidades y sobre todo de su capacidad de inversión… En todo caso, en general los procesos son bastante lentos y cada vez más madurados para minimizar riesgos. En el ámbito de los espacios expositivos, los museos y centros nos piden cada vez más montajes que optimicen recursos, exposiciones que puedan durar en el tiempo, que puedan adaptarse a diferentes configuraciones e incluso itinerar a otros espacios.
¿En qué momento estáis como estudio?
Ya hace años que trabajamos en ámbitos muy diversos, combinamos con naturalidad los proyectos de diseño de espacios expositivos, con el diseño de producto y mobiliario, la docencia o el comisariado. Nos sentimos realmente cómodos con la variedad de registros, de escalas y materiales.
Dentro del diseño de producto estamos consolidando la relación con empresas con las que ya hemos trabajado anteriormente, algunas de aquí y otras en el extranjero (Suecia, Francia), pero también estamos empezando nuevas colaboraciones y proyectos muy estimulantes.
En cuanto al diseño de espacio este año hemos comisariado y diseñado una gran instalación para el Fuori Saloni de Milán y recientemente hemos diseñado Materials Farm, que aún se puede ver en el vestíbulo del Musseu del Disseny. Ambos proyectos representan muy bien nuestra manera de trabajar con el espacio, el diálogo entre obra y soporte, la relación con la gráfica, etc. En suma, una suma de equilibrios para crear una experiencia enriquecedora para el visitante.