Morillas apuesta por la sostenibilidad como cambio de paradigma en el sector del diseño

Hablamos con Morillas, socios pioneros de ADG-FAD, sobre la industria del packaging y cómo adaptarnos y anticiparnos a los cambios, para precisamente liderar el cambio eco-social tan necesario.
¿Quién o qué es Morillas?
Desde que un pionero del diseño como Antoni Morillas fundara su estudio hace más de 60 años, en Morillas hemos aprendido de su legado que el diseño es un motor de progreso y que con un pensamiento creativo podemos generar impactos positivos en nuestra cultura, en nuestras organizaciones y, en definitiva, en las personas que formamos parte de la sociedad. Esta visión es la que tratamos de trasladar a las marcas con las que trabajamos, uniendo su propia cultura y el diseño para ayudarles a incrementar su valor.
Como estudio de referencia en diseño de packaging, ¿en qué está cambiando su diseño en vuestra experiencia?
[Responde Sylvia Rodríguez, Program Director & Sustainability Lead]
Diría que principalmente en dos cosas.
La primera es en las preguntas que nos formulamos al principio de cada proyecto. Antes solo se pensaba en códigos estéticos, funcionales y rentables, mientras que hoy debemos sumar muchas más variables a esta reflexión preliminar, que nos permitan encontrar soluciones que aporten valor sostenible a nuestras propuestas. Sabemos que el 80% de los impactos ambientales y sociales del packaging se determinan en las primeras etapas del diseño y que las oportunidades de mejora reales van en disminución a medida que el diseño avanza hacia la implementación.
La segunda es un tema de sinergias. Más allá de diseñadores y marketinianos, integramos nuevos perfiles en los proyectos de diseño, tanto por parte de Morillas como de nuestros clientes. El objetivo es trabajar con un espíritu de co-creación poniendo en común las aportaciones de diversos expertos a lo largo de todo el proceso de diseño y producción. De esta forma, somos capaces de detectar oportunidades y anticipar posibles frenos a tiempo, mejorando la eficiencia y eficacia de cada proyecto.

¿Cuál es la línea de trabajo de Morillas respecto a la sostenibilidad?
Diseñamos con un enfoque de economía circular, en el que aspectos como la procedencia, la durabilidad, el impacto y el fin de la vida útil del packaging son determinantes. Cada decisión, desde la elección de un material base hasta el diseño de la etiqueta de un producto, puede influir sustancialmente en que un packaging acabe mejorando o degradando la calidad general de nuestras comunidades, economías y medio ambiente. Para establecer un marco de actuación, necesitamos primero entender profundamente el contexto de cada proyecto, analizar la cadena de suministro de principio a fin y detectar las oportunidades para la optimización del diseño en términos de sostenibilidad (ODS). Tras este análisis suelen surgir escenarios con distintos niveles de eco-diseño a partir de los cuales trabajamos para alinear la propuesta con las posibilidades de inversión y objetivos de negocio.
¿Es la sostenibilidad una prioridad para las marcas en sus briefings? ¿Es viable para las marcas invertir en packaging sostenible? ¿Tenéis que concienciar o convencer?
Es cierto que en los briefings la palabra “sostenibilidad” aparece con más frecuencia. Es una tendencia que se ha visto acelerada a raíz de la pandemia y, en consecuencia, la sociedad demanda a las compañías y gobiernos un mayor compromiso social y medioambiental. Ya no se trata de una opción para las marcas si quieren seguir siendo relevantes para un consumidor dispuesto a cambiar sus preferencias en base a sus nuevas prioridades más responsables.
Pero otra cosa es el ritmo al que las marcas quieran o puedan integrar un modelo sostenible en sus estrategias de negocio que repercuta en toda su cadena de valor. Dependiendo de las circunstancias, las implicaciones que puede tener el desarrollo de un packaging 100% sostenible pueden ser muy altas. Por esta razón, y de momento, muchos proyectos son de mejora parcial como respuesta a un proceso selectivo en el que sólo se consideran uno o algunos criterios sostenibles por etapa. Es un equilibrio complejo entre lo que se quiere, se debe y se puede. Por eso buscamos soluciones adaptadas a la realidad de cada marca, aunque desde Morillas siempre intentamos ampliar el alcance y ambición sostenible de cada proyecto y no solo desde el packaging sino también desde la estrategia de marca, la cultura de empresa y la comunicación, ya que la sostenibilidad va mucho más allá del producto. Como agentes del cambio es nuestra responsabilidad impulsar el reposicionamiento y creación de marcas con propósito, y junto con nuestros partners ayudar a tangibilizar ese impacto positivo en la sociedad y en el medioambiente.
¿En qué consiste el packaging con diseño sostenible? ¿Qué requisitos debe cumplir?
[Responde Pep Trias, Industrial Design Director]
La disciplina del diseño de packaging está inmersa en un cambio imparable de paradigma. El nuevo consumidor está muy concienciado en factores de sostenibilidad y pide nuevas pautas de consumo más respetuosas con el planeta.
Siendo el diseño de packaging una disciplina altamente exigente, ya no le pedimos que “solo” capte la atención del comprador mediante su aspecto o funcionalidad, sino también que tenga un menor impacto en el proceso de producción mediante nuevos materiales sostenibles y un mejor reciclado post-consumo. Es ya un nuevo mantra que responde a la llamada economía circular.
Reducir el impacto del consumo obliga a replantear el packaging en todas sus fases de producción mediante elementos clave que la industria del packaging está implementando. Hablamos de reducir, reutilizar, reemplazar, renovar y reciclar.
Un ejemplo concreto de fácil implementación sería reducir el peso de una botella de PET, usando material 100% reciclado procedente de otras botellas y volver a reciclar este envase al final de su vida útil. Sería el paso primario hacia un packaging más sostenible y circular. Pero el sector tiene delante multitud de posibilidades más a largo plazo y configuran la lenta transformación hacia la nueva era plastic-free. Como por ejemplo, fabricar esa botella mediante biopolimeros de origen vegetal que, al final de su ciclo útil, se degrada biológicamente en un compostador en lugar de permanecer flotando en nuestros océanos como el envase de plástico.
En definitiva, el origen del material y sus propiedades son parte fundamental del packaging sostenible. Y a la vez, el origen de este material debe ser socialmente sostenible, y evitando la especulación de materias primas dedicadas al consumo alimentario.

¿Qué materiales sostenibles utilizáis o proponéis para packaging?
Estamos en contacto con proveedores y fabricantes que tras años de I+D aportan soluciones viables, con stock real y que tengan el menor impacto en costes para poder realizar esta transición.
Nuevos materiales renovables de origen vegetal (plant-based) que replican las propiedades formales del plástico y se pueden laminar, termoconformar y soplar, siendo 100% biodegradables y compostables.
Procesos de impresión que incluyen tintas a base de agua que no contienen elementos químicos perjudiciales en su composición. O tintas procedentes del procesado de algas marinas cultivadas de manera sostenible.
Tenemos detectados varios fabricantes de papeles que incluyen residuos agrícolas, en su composición, usando fibras de bambú, cascara de heno, o rafia de la uva. Además de seleccionar papeles con el sello FSC o producidos mediante el 100% de papel reciclado real procedente del circuito de reciclado domestico.
Otros ejemplos más disruptivos son la incorporación del cultivo de hongos para crear piezas de protección para el packaging, mediante el trabajo de agricultores. O bolsas de papel compostables para productos congelados que protegen el producto y también resisten la gran cantidad de humedad del congelador.
¿Qué relación tiene un estudio o agencia de diseño y branding con las tecnologías de packaging y sus innovaciones? ¿Hay diálogo?
En nuestra filosofía, los proveedores que apuestan por la innovación son nuestros mejores aliados. Las industrias creativas debemos establecer un diálogo con los fabricantes detectando oportunidades de aplicación de sus productos. Pedirles investigación y mejora de sus tecnologías. Hacer de puente entre la industria del packaging y las marcas, para poder ayudarles a dar el gran paso a la revolución del packaging sostenible.
Sí mencionar que es un proceso lento con muchas propuestas y soluciones que se quedan en fase de proyecto. Somos prudentes ante cualquier innovación en fase embrionaria.

Un buen ejemplo de ello ha sido el recién lanzamiento de la nueva gama de licores Ruavieja. Realizamos un rediseño de la botella en que, manteniendo el ADN de su botella icónica, conseguimos estilizar y reducir la cantidad de vidrio empleado. Propusimos botellas de vidrio transparente en la mayor parte de referencias, evitando tintarlas y facilitando muchísimo el reciclaje. Y lo más importante, desarrollamos con el proveedor un sleever precortado en su lateral, para que el usuario pudiera separar vidrio y film en sus sistemas domésticos de reciclaje. Ese pequeño gesto facilita enormemente los procesos industriales de reciclaje y convierte el relanzamiento de la marca Ruavieja en un paso más en diseño de packaging sostenible.

Canaima Gin fue otro proyecto con un contexto muy enfocado a la sostenibilidad. Destinan el 10% de los beneficios a las comunidades recolectoras de la selva Amazónica, que aportan parte de los ingredientes botánicos, y colaboran con el programa contra la deforestación de «Saving The Amazon». En Morillas pensamos en aportar una solución de packaging con el menor impacto posible. Elegimos para los elementos gráficos de etiqueta un papel de fibras recicladas, completamente biodegradable y reciclable. Junto con un tapón de madera y una cinta de cuero natural, todos los materiales respondían a la economía circular.
