Una reivindicación trepidante del valor de la cultura, “la cosa más útil que hay”

En ‘Las aventuras de Pinocho’, de Carlo Collodi, el País de los Juegos –o Isla de los Placeres, según las versiones– es un un fascinante lugar lleno de diversiones eternas en el que los niños pueden recrearse sin reglas ni recriminaciones. Al final, esta tierra mágica tiene trampa y convierte a los niños en asnos que acaban esclavizados por el entretenimiento sin sentido. La metáfora es demoledora y el equipo de Nanouk Films la toma prestada para bautizar y construir el explosivo guión de The Pleasure Island, el cortometraje de presentación del festival de teatro Temporada Alta.
Filmado en Benidorm, meca y símbolo del turismo de pan y circo, el corto contiene los excesos de las óperas bufas, la extrañeza del realismo mágico, el humor vital de las fotografías de Martin Parr y Txema Salvans, el fatalismo de las tragedias griegas, el ritmo de una película de Scorsese y otras muchas influencias que no sabemos explicar porque todavía nos falta ver mucho teatro. Y esto es precisamente lo que nos pide el cuerpo después de ver esta película.
Más sobre The Pleasure Island, Grand Laus de Audiovisuales, en el Laus magabook 2017.