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ADG LAUS
Tiquismiquis Club ha diseñado el Libro ADG Laus 2024

Conocemos más a fondo el concepto creativo detrás de la publicación que recoge todos los proyectos premiados.

Tiquismiquis Club lo forman dos diseñadores gráficos establecidos en Málaga, Roberto Espartero y Juan Martín, quienes se especializan en identidad visual y diseño editorial. Su trabajo se distingue por el uso creativo de la tipografía y las composiciones editoriales, desarrolladas en colaboración con diversos perfiles creativos para obtener resultados con un estilo único.

 

Ellos han sido los encargados del diseño del Libro ADG Laus 2024, la publicación anual que recoge los 336 proyectos galardonados en la pasada edición de los premios ADG Laus, además de los premios honoríficos 2024: el premio Laus de Honor a Enric Satué y el premio Laus Empresas y Entidades a Vila Viniteca. El libro, más allá de querer ser una compilación de los proyectos, nos permite ver las principales tendencias y el estado en el que se encuentra el sector del diseño gráfico y la comunicación visual.

 

Hemos entrevistado a Roberto y Juan para saber cómo han afrontado el encargo del libro y nos cuenten qué sorpresas encontraremos, más allá del contenido de los premios.

 

 

¿Cuál es el punto de partida del libro?

 

Para el concepto partimos de dos preguntas muy cotidianas: ¿cuál es tu nombre? y ¿de dónde eres? Conocer el nombre de alguien y su procedencia es el punto de partida ideal para crear conexiones más personales. Al preguntar por el origen de una persona no solo se demuestra interés por su historia, sino que también ayuda a encontrar puntos en común.

 

Esto nos hizo pensar que las vivencias y los contextos geográficos enriquecen cualquier ámbito, incluido el diseño. Ya que el diseño no ocurre en un vacío; está influenciado por las historias de las personas y los lugares en los que viven.

 

Todo comenzó con un nombre y un lugar, y a partir de ahí, surgió un hilo conceptual que ha guiado toda la narrativa visual y editorial del libro.

 

¿Por qué os habéis centrado en la territorialidad? ¿Qué queríais expresar y con qué contenido lo habéis hecho?

 

Queríamos poner en valor la diversidad, la identidad y las conexiones entre las personas, esto nos parece importante para mostrar las distintas realidades y propuestas dentro del sector del diseño. De la misma forma que, históricamente, ha habido lugares que han sido clave para el desarrollo del sector en nuestro país, es necesario dirigir también la mirada a otros lugares, otras ubicaciones dentro del territorio.

 

Nuestra intención ha sido abordar los procesos de diseño desde una perspectiva humana, dando importancia a las conexiones entre personas y lugares. Para esto, hemos trabajado recursos conceptuales y gráficos que atraviesan toda la publicación, como texturas, meridianos y mapas, entre otros. Estos elementos muestran cómo el diseño se alimenta del vínculo con el lugar, las historias y los equipos que lo hacen posible.

Para materializar el concepto de territorio y conexiones, incluimos un directorio que reúne los estudios y escuelas con proyectos premiados en esta edición. Este listado, además de cumplir una función informativa, refuerza la idea central de construir puentes entre personas y lugares. El directorio permite ubicar a cada participante, tener una visión global de lo que se está creando en distintos puntos y fomentar las conexiones entre equipos.

¿Cómo habéis trabajado la dirección de arte con los distintos elementos que encontramos en el libro?

 

Nos pareció interesante incorporar diferentes puntos de la geografía en el libro, por eso contactamos a compañeros de estudios ubicados en diferentes puntos geográficos y les pedimos fotografías de sus lugares de origen. Para integrarlas como un elemento gráfico, trabajamos unas texturas que aparecen a lo largo del libro. Las texturas aportan una conexión visual con la geografía y la ubicación, apareciendo en distintas secciones del libro para reforzar el concepto.

 

Otro elemento gráfico con el que hemos trabajado son los meridianos. Nos gustaba la idea del meridiano como línea imaginaria que ubica, pero no divide. El uso de estas líneas discontinuas como símbolo de ubicación, sin delimitar fronteras, es una metáfora visual que refuerza la idea de un territorio fluido y sin divisiones rígidas. Buscábamos celebrar la diversidad sin crear jerarquías o exclusiones. Estas líneas las hemos utilizado a lo largo de toda la publicación; nos han ayudado a acotar el contenido y a aportar identidad y unidad a la pieza.

 

También queríamos jugar con los números y los gráficos. La representación de mapas y gráficas que no enfatizan límites políticos es una declaración clara sobre la visión inclusiva del diseño. Este enfoque privilegia la información y la conexión por encima de divisiones.

 

Queríamos trasladar este enfoque a la forma de desarrollar el libro. Cuando la junta nos preguntó con quién queríamos trabajar en la parte fotográfica, vimos una oportunidad para conectar con alguien de otra ubicación geográfica distinta a la nuestra y con quien no teníamos relación previa. Pensamos que esto podría aportar una perspectiva fresca y reforzar la idea de conexión entre diferentes puntos. Así, decidimos buscar fotógrafos y fotógrafas de distintas regiones, lo que nos llevó a descubrir el trabajo de Ibai Salazar, un fotógrafo de Vitoria cuyo estilo encajaba perfectamente en lo que queríamos transmitir.

¿Cuál fue el encargo que trasladasteis a Ibai? ¿Qué queríais que transmitiera?

 

Buscábamos un estilo fotográfico que reflejara la naturalidad y la vida cotidiana de los protagonistas. Queríamos mostrar su relación con el entorno, tanto en interiores como en exteriores.

 

Las fotografías de Enric Satué son en Alella, su pueblo. Buscamos retratar y documentar su rutina con su perro, en su casa-estudio y en el campo. En el caso de Quim Vila, las fotografías se realizaron en Barcelona, en su tienda y oficina, pero también en la calle. En el libro se habla del vínculo de Quim con el local y de cómo su empresa familiar se ubica entre dos esquinas, algo que queríamos reflejar en las imágenes, mostrando esta conexión con su entorno.

 

Vemos dos sentidos de lectura del libro, en vertical y en horizontal. ¿Cómo habéis planteado el libro como objeto físico?

 

Queríamos crear una pieza que ofreciera una experiencia de lectura, utilizando el punto de vista como vehículo para llegar al concepto de diversidad. Buscamos explorar cómo se lee e interactúa con el libro. Para ello, dividimos la publicación en dos piezas contracoladas: una en formato vertical, centrada en las entrevistas, y otra en formato horizontal, dedicada a los proyectos premiados. Este enfoque resalta la importancia de tener una visión global del diseño, apreciando las distintas perspectivas y cómo los proyectos surgen en contextos variados.

¿Cuál ha sido el reto más grande a la hora de afrontar el proyecto?

 

El mayor reto al afrontar este proyecto ha sido la propia densidad del libro. El contenido se basa en entrevistas y proyectos premiados, y queríamos encontrar la manera de dinamizarlo, crear ritmos de lectura y ofrecer distintas formas de consumirlo. Para ello, planteamos un planillo en el que, además del contenido recibido, incorporamos secciones o páginas más visuales. Jugamos con fotografías, escaneos de obras, sumarios, mapas, gráficas, o combinamos distintos tipos de papel para romper el ritmo de lectura.

 

En cada proyecto buscamos explorar y experimentar, y en este caso queríamos darlo todo. Al ser un encargo que nos permitía crear desde cero, al principio sentimos que podíamos hacerlo todo. Pero, al enfrentarnos al contenido, nos dimos cuenta de que había que ser coherentes y entender las limitaciones propias del material, ya que la cantidad era considerable y requería un enfoque más medido.

 

¿Os ha influenciado el hecho de que el libro recoja proyectos de compañeras y compañeros de sector?

 

El hecho de que el libro recoja proyectos de compañeras y compañeros de sector, y que sean también el público principal de la publicación, ha añadido una capa extra de responsabilidad. Nos gusta pensar que quienes vean este trabajo puedan sentirse identificados o conectados con el concepto.

 

Conocíamos el historial de los estudios que habían trabajado esta pieza en otras ediciones y son profesionales a los que admiramos. Esto nos dio un chute de motivación y nos animó a abordar el proyecto con respeto, tratando de mantener el nivel que vemos en las publicaciones anteriores.

El libro ha sido posible gracias a la colaboración, un año más, de la imprenta Agpograf y Unión Papelera y se puede adquirir en Hoaki Books y en las principales librerías (Laie, Fnac, La Casa del Libro, etc.).

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